Intento leer poco a Vicenç Navarro, porque en la claridad de vista que transmiten sus palabras, y en lo deacuerdo que llego a estar con él, no en la mayoría de ocasiones, sino siempre, al final me cabreo de pura indignación. Pero hoy no he podido evitarlo (http://www.vnavarro.org/?p=10350).
Quería haberle contestado, ahí mismo, pero no he podido hacerlo por problemas técnicos, así que lo pongo aquí mismo.
Sí, pero a pesar de todo, de que hables con quien hables parece verlo claro, la intención de voto sigue siendo para los que nos están aplastando, que no gobernando. Se han autodeslegitimado ya tantas veces que es imposible ver la luz al final del túnel, mucho menos la que ve Montoro. Ya no es que ellos mismos tengan que quitarse el disfraz, sino que a lo que sin lugar a dudas ha sido una revuelta importante, casi un alzamiento en toda regla -si bien por pocos, y eso ha sido lo malo-, Cospedal y sus secuaces han disfrazado a la buena gente de Gamonal de terroristas y antisistema, que si bien los habría, como siempre, esta vez tenían razón.
Esta vez, y sin que sirva de precedente, me tengo que poner del lado de los que probablemente hayan usado la violencia, la consistente en romper escaparates y quemar contenedores. Lamentablemente estos son los actos vandálicos que han hecho recular al poderoso. Peor hubiera sido, digo yo, que la gente hubiera ido armada -como a veces, en momentos de máxima indignación, me da por desear-, y hubieran respondido a la violencia policial con la violencia del pueblo.