Maletines y billetes

Antes de cagarla, nada más comenzar, empezar diciendo que nunca he creído que en el mundo del fútbol existan los sobornos arbitrales, ni lo creo a día de hoy. Quizás sea romanticismo por mi parte, o que simplemente sigo creyendo en los principios morales y olímpicos del deporte. Incluso a pesar de las ganas que tendrían muchos de que así fuera, con el fin de justificar su incompetencia y mediocridad, a la hora de dirigir ciertos equipos.

Sin ir más lejos, mi padre el otro día afirmaba que si fuera porque el Valladolid se jugaba el descenso (y lo perdió), y el Barça la liga, se hubiera repartido ayer más de un maletín.

Lo que sí creo es que se están produciendo casos que podrían parecer, como poco, dignos de un programa presentado por el mismísimo Íker Jiménez, exageraciones aparte. Podría citar, por ejemplo, el caso de Pellegrini: ¿por qué lo destituyen en pro de la contratación de Mourinho? Si Pellegrini no lo ha hecho tan mal. En el peor de los casos, perdiendo ayer el Real Madrid, nos hemos quedado segundos, a muy poca distancia del Barça, en un «por los pelos» razonable.

Vale, que no nos hemos llevado el trofeo, pero es casi como haberlo ganado. Es que no es sólo haber perdido un partido más, es que haber definido hasta el final. ¿Otra vez marketing? No lo creo. Marketing fue el fichaje de Beckham. Es es otra cosa.

Casos más extraños son, por ejemplo, y de cara al Mundial, lo de la selección Argentina. ¿Cómo se les ocurre poner a Maradona de seleccionador? Podría parecer lógico, por su antigua carrera deportiva (no por la moderna, por supuesto), o por ciertos motivos de respecto histórico (paparruchas). Pero, ¿por qué no lo destituyeron tras la desastrosa pérdida sufrida ante la Selección Catalana a finales del año pasado?

A este respecto, y como paréntesis en mi discurso, tengo que alabar la prudencia de Vicente del Bosque en la entrevista que le hicieron, no hace mucho, en GolTV, cuando le preguntaron por el Pelusa. Callándose lo dijo todo.

Y sin embargo hay que admitir que disponen de grandes jugadores -Messi, Milito, el Pipita, el Koon Agüero…-. Pero claro, que todos jueguen fuera debe de ser significativo.

Otro de esos casos raros, el del presidente de la Federación Inglesa, que ha dimitido en la organización del Mundial de 2018, tras acusar a España y Rusia de sobornar a los árbitros del Mundial de Suráfrica. Qué raro, ¿no? Está claro que algo está pasando en el fútbol contemporáneo.

Por cierto, y por deportividad (y por celos, tengo que admitirlo), mi enhorabuena a los hinchas del Barça. Sin duda alguna, el Barça se merecía ganar esta liga. Y mi más sentido pésame a Tenerife (del Valladolid prefiero no hablar).