El Guardián de los Dragones (Carole Wilkinson)

Esta obra fue publicada en 2.005, y galardonada posteriormente con el premio Urealis. Ediciones B (Grupo Zeta) no dudó en publicarla bajo el amparo de su colección La Escritura Desatada (Colección Byblos), haciéndola llegar a todos los públicos a bajo coste a través de la edición de bolsillo (en el momento de escribir estas líneas, puede conseguirse prácticamente en cualquier centro comercial por sólo 5 €).

Carole Wilkinson nos cuenta la historia de una niña esclava que no merece ni tener nombre, en la antigua China imperial de la dinastía Han. La niña ayuda a escapar a un viejo dragón y le acompaña en su viaje, ayudándole a portar una piedra que el dragón considera sagrada.

Es evidente que la historia es casi un cuento de hadas, o al menos ese es el aparente objetivo de la obra. El lenguaje utilizado es claro para el lector, de fácil interpretación y lectura. El ritmo es apropiado a una historia que te atrapa desde el comienzo del viaje, un viaje que parece mucho más corto de lo que en realidad es. Los personajes, planos en un comienzo, dejan de serlo con el paso de las páginas. Nos conduce a la china real de aquellos tiempos, con su pobreza y su diferencia de clases sociales, y también a la china mitológica de extrañas magias y fabulosos dragones.

Carole Wilkinson nació en Derby (Inglaterra) en 1950, aunque se mudó con su familia a Australia cuando sólo contaba doce años de edad. Actualmente vive en Melbourne con su marido John. Empezó a escribir a los 40 años, una edad poco usual para un escritor considerado, según los cánones literarios. Desde entonces cuenta en su haber con 30 libros juveniles, algunos de ellos de éxito, como «El Guardián de los dragones».

Quizás el tema esté algo trillado ya, pero aún así la novela deja un buen sabor de boca al lector, tanto al infantil o juvenil, como al adulto.

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