Madres e hijas

Publicado: diciembre 5, 2006 de elvenbyte en Fragmentos en Negro

http://personal.telefonica.terra.es/web/medicinaEn los últimos días, desde Fragmentos en Negro, me ha llegado un texto sobre el que no he podido comentar -como se me pidió en su momento-, pero sobre el que he tenido la ocasión de reflexionar en profundidad. Me guardo las reflexiones para mi porque son muy particulares, y estoy seguro de que a cada cual le originará las suyas propias, basándose en sus propias vivencias. Pero sí quiero ofrecéroslo aquí, para que tengáis, vosotros también, la oportunidad de reflexionar sobre él. La autora se llama Sandra. Ya sé que no es mucho sobre ella, pero no creo que sea necesario más.

Hace poco más de un año, internaron a mi madre en una clínica psiquiátrica. La internación fue el corolario de una época difícil, en la que la demencia no era «oficial» y a la confusión de ella se sumaban la mía y la de mi padre. Es que en cierto modo, la enfermedad exacerbó rasgos de carácter que estuvieron presentes toda su vida. Por lo menos, toda mi vida.

En este año que pasó , en las visitas, fui presenciando su adaptación a la clínica y también fui detectando con infinito asombro, como la demencia le permitía acceder a mi madre a algunos estados que le habían sido vedados, quién sabe si por su educación ,su personalidad o la forma embrionaria de la enfermedad.

Concretamente hoy mi madre me recibe con una sonrisa, me da la mano, me acaricia, me dice que me quiere, disfruta de los mates extra dulces que ella ceba, mientras habla me acaricia las manos.

Mañana es el día de la Madre y ese, fue un día conflictivo en mi vida hasta que yo misma fui madre. En algún libreto intangible está escrito que la maternidad por sí sola mejora a una mujer. Por si los supuestos judeo cristianos fueran poco, vivimos en un país en el que el culto a la madre fue abonado por la música porteña: en el tango, la madre es madrecita y es más, es pobre madrecita.

Comparada con las gatas en celo de los burdeles y la noche, la pobre madrecita era sellada como la estampilla oficial de la beatitud femenina, que puede resumirse en un único y poderoso rasgo. La abnegación.

El culto a la madre argentina copula con la capacidad femenina de negarse a sí misma para pensar en los demás. Reivindica la retirada masiva del deseo en una mujer, para predisponerla de buen humor a la satisfacción de los deseos ajenos. Ensaya un adoctrinamiento social en base a esos valores y asegura vínculos de eterna gratitud. Es como si las mujeres pudiéramos vivir nuestras vidas impulsadas apenas por las deudas que tienen con nosotras, y que como somos buenas hemos decidido no cobrar.

Pues bien, las cosas suelen no encajar con lo que se espera de ellas.

Mi madre fue siempre una mujer especialmente perceptiva y una energía increíble que nunca pudo liberar. Fue una mujer que aceptó las reglas de un juego para el que no estaba preparada. Mi madre hubiera sido mejor madre, estoy segura, de haber podido abnegarse menos, defenderse más. Porque hay mujeres a las que la abnegación les está vedada estructuralmente, y esas mujeres suelen ser llamadas malas madres. Es el discurso contra lo real: gana el discurso, y lo real enloquece.

http://c.hileno.com

Para el día de la Madre, si pudiera le regalaría a mi madre, con retroactividad, un permiso para no abnegarse, para hacer su vida de una manera que no dejara tan conformes a los demás y tan irritada a ella. Es cierto que vivió enojada conmigo, con los demás en general, encapsulando una agresividad que sólo a veces se entreveía entre las rasgaduras de su carácter. Es cierto que no me quiso bien. Pero yo estoy escribiendo esta nota mientras ella deambula por una clínica de reposo en la que los pasos se arrastran como el pasado.

Si pudiera le daría la oportunidad de hacer todo de nuevo, de ser más egoísta, de ser más honesta y brutal con sus deseos, de no tenerles miedo, tanto miedo a sus fantasías. Si pudiera le regalaría la libertad.

El culto a la madre encubre una forma velada y sutil de desprecio a las mujeres. Exacerba una parte femenina, en desmedro de otras partes que debemos ignorar. Recién ahora, loca ,en la clínica, mi madre se ha sacado la faja mental y su mundo interior ha explotado.

Y en ese mundo, junto a todo lo negado, también estaba su amor por mí, su ternura, su fragilidad, su candor, su frescura. Recién ahora puede decirme que me quiere, y no es tarde para que yo le corresponda.

Imágenes enlazadas con Ruídos y Soplos Cardíacos y Chileno – Life in Santiago.

comentarios
  1. Ana dice:

    Cuantas verdades juntas…, ser madre es otra cosa , es algo que se puede compaginar perfectamente con ser mujer, persona, amiga, etc.., y el que piense lo contrario, lo siento, para mi es que no tuvo una buena madre, que bailara con él, jugara con él, le quisiese con pasión, y le riñese cuando se lo ganaba, ser madre no es ser una piedra, y si no eres capaz de seguir siendo tú por el hecho de lo que “marca” , ¿Cómo se supone que vas a enseñar a tu hijo a ser él mismo y no una etiqueta?.

    Muchos besos. Ana.

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  2. Lo unico importante es transmitir cariño, a mi madre d peque yo le pedia normalidad, bata y rulos 😛
    Hoy le agradezco q sea unica y especial

    Un besazo

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  3. Susy dice:

    Me ha parecido un relato clarividente. Las madres, no solo son condenadas a «no ser» para que los hijos «sean», si no que es el tabú más intocable que ha dado la historia de la humanidad.
    Y, claro, se trata de una mujer.
    Por eso se pierde de vista que es persona y se declara, universalmente, sobre un indivíduo madre, ausencia debida, de por vida, de derechos humanos, civiles y penales.
    Un gran crimen de la humanidad cometido en consenso.

    En su ausencia mental… tratémosles como ellas nos trataron cuando eramos niños y hasta viejos o mayores hasta morir… por ellas.

    Un abrazo y gracias por la oportunidad.

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  4. La Vale dice:

    Hola! creo que hay cierta cuestión que debería demistificarse en las sociedades… el rol de la mujer esta mal entendido… creo que las mujeres somos las celulas más faciles de atacar… saludos

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  5. elvenbyte dice:

    Ana: Totalmente de acuerdo contigo.
    Yahoraquebonita: Yo creo que no se trata sólo de cariño, pero que desde luego es muy importante.
    Susy: Yo creo que ya es hora de desmitificarlo, y en nuestra mano está enseñar eso a las nuevas generaciones, así como el deber de transmitirlo.
    La Vale: Jajaja, no creo que seáis sólo células, y desde luego no sois tan fáciles de atacar, y lo digo con conocimiento de causa, ¿verdad Ana?

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  6. Ana dice:

    Verdad cariño, verdad.

    P.D.: No soy ninguna bruja..jajaja.

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  7. elvenbyte dice:

    Ana: Pues claro que no…

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