Lo había pensado muchas veces, ¿por qué no utilizar todo aquello de la sociedad que no me gusta, para escribir mis cuentos y relatos? Pero nunca te decides, o no encuentras el tema (con todos los que hay), o estás decidido y encuentras el tema, pero no sabes cómo cogerlo. El punto de vista es importante, quizá lo más, y siempre el de uno mismo. La literatura social debe ser crítica, tiene que denunciar ciertos aspectos sociales que consideramos que estorban en la lucha particular para alcanzar una sociedad utópica, o que se acerque al ideal. Es política, aunque no evangelización, es moral, pero alejada de la ética.
En el mundo literario se ha tratado siempre de proporcionarle varios nombres, aunque se ha quedado siempre con el de literatura realista. Sin embargo es el término de Realismo Social, quizá el que más acaba de convencerme. Y sólo hasta hace poco ha dejado de padecer la humillación y la tristeza del significado de la clandestinidad, que es donde ha permanecido, por ejemplo, en tiempos del franquismo. O la que padecen los escritores cubanos en el exilio, aún hoy en día. Uno de los exponentes de lo dicho es, por ejemplo, Pío Baroja.
Por lo demás, y sin que sirva de precedente -que ya me gustaría-, están El cayuco y la ondina, que es mi apuesta personal dentro de este campo. El relato estará terminado dentro de poco, y espero que con la calidad suficiente como para ser publicado en algún sitio de importancia (no nombraré ejemplos).
Al buscar en Google, utilizando como palabras clave «literatura», «social» y «realista», nos encontramos con una alta cantidad de coincidencias; cientos de miles para ser exactos. Por eso trato de afinar un poco, pero sin conseguir disminuír la cifra demasiado. Lo que está claro es que es un tipo de la literatura que depende en mucho del marco político, por eso sólo podemos reducirlo nombrando periodos, lugares y autores.
Hay demasiado escrito en Internet como para exponer aquí ideas repetitivas, por eso me voy a limitar a poner los enlaces más significativos que he encontrado, por si al lector de LCDLN le interesa el tema lo suficiente. Los enlaces a continuación:
- El Español del siglo XX.
- Historia literatura española. El Siglo XX.
- Generación del 98 – Wikipedia, la enciclopedia libre.
- CVC. Obras. Literatura s.XX. Descripción de las obras.
- LA PROSA DEL SIGLO XX.
Que os aproveche.
Foto descargada de KINOKI.
La certeza de los necios 
el barrio del hueso en acapulco es de criminales como el electronica omega arreglan televisiones para delincuentes y la plazoleta de nicolas bravo chilacatazo crimen crimen crimen
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Pues ya sabes, ahí tienes un argumento para un buen relato…
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Una de las críticas contundentes del mundo literario es hacia la «literatura comprometida». El escritor no debe comprometerse con nada, salvo con la misma escritura, es el eslogan; Mario Vargas Llosa es uno de los exponentes de esta visión. Pero hay que reconocer que, como sujetos portadores y reproductores de ideología, nunca dejamos de reproducir una visión de mundo con la que nos comprometemos. Es decir, el no compromiso es también una forma de compromiso.
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Yo, una humilde encadenadora de letras me puse a pensar con esas palabras. No debería ser toda la literatura comprometida desde el punto de vista en el que el autor siempre plasma sentimientos, sean propios o ajenos, alegres o tristes?
Plasmar una realidad social no solo es literatura social, es un gajo de historia que se deja para la eternidad.
Y aunque es dificil no comprometerse desde el punto de vista personal, ya que la mejor información para el futuro sería aquella que fuera realmente imparcial y plasmara la realidad de los sucesos y no nuestros ideales, es realmente difícil no involucrarse.
Gracias por tu paso y tus palabras en mi rincón.
Saludos
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Armando: Precisamente por eso prefiero el nombre de «Literatura Social» y no «Comprometida». El escritor, como bien dices, se compromete consigo mismo, que es lo que le hace subjetivo y único. Pero no podemos evitar dejar nuestra opinión en lo que escribimos. Es algo que considero inherente.
Noa: Pero la historia sí que entiendo que debe ser algo objetivo, aunque aquí influye mucho la opinión de cada uno. La literatura histórica es mucho más entretenida que los libros de texto, sin duda, y en ese caso, como bien dices, se plasmaría la sensación del autor respecto al marco en el que escribe, sin que deje de ser, efectivamente, un gajo de historia.
Gracias a ti por pasarte por aquí.
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es muy buena la literatura quisiera que me manden coment5arios o algunas cosas mas
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Yosselin: Pues conéctate regularmente a La Certeza de los Necios y verás muchos artículos como este.
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lo que digo es que hoy me voy decepcionada por no encontrar lo que quiero se trata de la literatura social
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Awilda: Vaya, pues lo siento mucho, de verdad.
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tengan cosas buenas para sacar tareas manada de peresosos
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Silomon Tolomeo: ¿Y tú?¿No tienes nada mejor que hacer?
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fue un asco
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Juana: Explícate.
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uuuuuuuuffffff un asco. no me sirvio de nada, pero bueno, me ayudo a perder tiempo, que mucho me sirve
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